En el marco de la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal, que se celebra este 2025 del 12 al 18 de mayo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la World Action on Salt (WASH) impulsan una campaña global para concienciar sobre los riesgos del consumo excesivo de sal.
En este contexto, la OPS presentó la Guía Técnica SHAKE 2.0, una actualización basada en evidencia que propone estrategias para reducir el consumo de sal y prevenir enfermedades relacionadas, como hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, cáncer gástrico, obesidad, osteoporosis y enfermedad renal.
La guía SHAKE 2.0 se presenta como una evolución de la versión de 2016, incorporando estrategias como la implementación de políticas de etiquetado nutricional, la regulación de la publicidad de alimentos altos en sodio, la promoción de campañas de concientización pública, así como la evaluación y monitoreo.
En esta nueva versión, se han agregado dos nuevas intervenciones para reducir el consumo de sodio: la implementación de impuestos de productos altos en sodio, así como el uso de sustitutos de sal, de acuerdo con las recientes recomendaciones de la Organizaciones Mundial de la Salud (OMS).
Además, incluye una guía para la implementación de políticas, desde la priorización de la principal fuente de sodio en el país, preparar un programa integral que atienda la necesidad del país, desarrollar e implementar el programa integral, así como monitorear, reforzar y evaluar el programa.
En México, el consumo de sodio en adultos es de 3.1 g al día, cuando la OMS sugiere que sea menor a 2 g diarios. Se estima que cerca del 40% del total de sodio que se consume en México proviene de productos procesados y PUP.
Nuestro país cuenta con acciones implementadas para reducir el consumo de sodio que son significativas: Etiquetado frontal de advertencia: Desde 2020, este sistema alerta a los consumidores sobre los productos con altos niveles de sodio en PUP, y ha incentivado a la industria a reformular ciertos productos para evitar portar los sellos.
Regulación en escuelas
En el ámbito escolar, se establecieron lineamientos para restringir la venta y promoción de alimentos altos en sodio, protegiendo a la población infantil. A pesar de los avances, México sigue sin implementar una ley específica de reformulación de sodio en PUP, la regulación de su publicidad y la implementación de impuestos para estos productos.
De acuerdo con resultados preliminares del grupo de investigación de la Dra. Ana Basto- Abreu, del Instituto Nacional de Salud Pública, reducir 25% (904 mg) del consumo de sodio proveniente de PUP podría reducir en 1.2 mm/Hg en la presión arterial de los mexicanos.
México enfrenta un desafío urgente en la reducción del consumo de sodio, ya que de lograr lo recomendado por la OMS (2 g/ día) se evitarían cerca de 27,700 muertes por enfermedades cardiovasculares cada año.
En el contexto de la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal 2025 y en línea con la Guía SHAKE 2.0, se hace un llamado al gobierno mexicano para que:
- Refuerce la implementación del etiquetado frontal de advertencia, incluyendo advertencias específicas sobre el contenido de sodio.
- Fortalezca la regulación en escuelas para evitar la venta de productos altos en sodio dentro y fuera de las instalaciones.
- Amplíe las campañas de concientización y la restricción de su publicidad, priorizando mensajes dirigidos a niños, madres de familia y comunidades rurales.
- Se implemente una ley de reformulación en el contenido de sodio de productos procesados y PUP.
- Se consideren la implementación de impuestos dirigidos en aquellos productos con un alto contenido de sodio en productos procesados y PUP.